jueves


Colombia tiene la segunda revaluación más alta de Latinoamérica, después de Brasil.

La inversión extranjera directa en el país es una de las principales causas. Hasta el 4 de abril habían ingresado 2.400 millones de dólares por inversión extranjera directa.

La caída del dólar es un fenómeno mundial del último lustro. A las razones iniciales de los enormes déficits comercial y fiscal de E.U. se suma ahora la debilidad de la economía de este país, que posiblemente ya está en recesión.

Que el peso sea de las monedas que más han subido en las últimas semanas contra la divisa estadounidense tiene que ver además con la temporada doméstica de pago de impuestos.

Para el vicepresidente de Global Securities, Andrés Ortiz, es evidente el flujo de dólares hacia los mercados emergentes, tendencia que en el caso colombiano no es clara por las restricciones que tienen los inversionistas para ingresar dinero.

"En general, observamos una debilidad en la economía estadounidense y los resultados de firmas financieras no han sido favorables, lo que hace que se vean flujos de divisas hacia mercados emergentes. En Colombia puede obedecer al ingreso de dólares de empresas locales", dice.

Ayer el dólar siguió cayendo en el mercado interbancario. En promedio se negoció en 1.765,28 pesos, 9,8 pesos por debajo de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) vigente para ayer, de 1.775,08 pesos. En total se negociaron 1.209 millones de dólares.

Analistas explicaron que tal comportamiento obedeció a dos razones: la primera, la entrada de divisas provenientes del sector real para cubrir el pago de impuestos, y la segunda, la expectativa del mercado por la reunión del martes de la Reserva Federal de los E.U. (FED), que entonces decidirá si reduce o no su tasa de interés de referencia para solventar la crisis económica.

"Probablemente se decida una baja en las tasas de interés de 25 ó 50 puntos básicos y el mercado está a la expectativa de una medida en ese sentido, afirma Alexánder Cárdenas, analista de Acciones y Valores.

Dólar versus euro

La situación del dólar también implicó una apreciación del euro el lunes, aunque ayer se observó una corrección a la baja, al cerrar en 1,594 dólares luego de conocerse datos económicos que pueden afectar el crecimiento de la región.

Cárdenas agrega que el debilitamiento de la economía estadounidense también origina un traslado de dólares hacia euros, a lo que se suma una menor capacidad del Banco Central Europeo para modificar las tasas de interés, de tal manera que termina fortaleciendo esa moneda.

En promedio, en la última jornada el euro frente al peso colombiano se ubicó en 2.829,47 pesos

RICARDO SANTAMARÍA DAZA
REDACCIÓN DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS

http://www.eltiempo.com

martes

Perspectivas económicas son favorables: empresarios en Colombia

(2008-04-15 08:12:27 Fuente: La República)

El 54,7 por ciento de los encuestados señala que la situación económica siguió mejorando en el último año, 32,8 por ciento cree que no hubo cambios, mientras que 12,5 por ciento estima que la situación económica empeoró en el último año.
Así se desprende una encuesta realizada por la consultora Deloitte, firma que periódicamente evalúa el tema. Aunque el porcentaje de hombres de negocios optimistas sigue siendo alto, lo cierto es que es considerablemente inferior al de la encuesta anterior cuando 76,1 por ciento señaló que el panorama económico era positivo.En lo que hace referencia a la visión que tienen los empresarios hacia el futuro también se observó cierto deterioro. El 31,7 por ciento cree que la situación económica continuará en ascenso en el corto plazo, mientras que 22,3 por ciento espera una baja.Pero si bien la visión macroeconómica ha ido a la baja, desde la óptica de los hombres de negocios, en lo que tiene que ver con el desempeño de las compañías, la percepción es mejor. Para 79,7 por ciento de los participantes en la encuesta, la situación general de su empresa mejoró en el transcurso del último año, en tanto que 15,6 por ciento la estimó igual y 4,7 por ciento sostuvo que se produjo una caída.Clima de inversiónLos empresarios siguen viendo al país como un mercado apto para invertir. La tendencia en cuanto al clima para el desarrollo de negocios es positiva, aunque, al igual que sucedió con la situación económica, hubo un deterioro respecto a las percepciones que existían un par de meses atrás. Las estadísticas muestran que 57,1 por ciento de los entrevistados aseguró que se produjeron mejoras en el clima de inversiones en los últimos doce meses, cifra muy inferior a la de la encuesta anterior que fue de 69,6 por ciento.Situación contraria se registró con 31,7 por ciento que sostuvo que no hubo cambios y un 11,1 por ciento consideró que produjo un deterioro.
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El conflicto con Chávez tal vez baje un poco de temperatura, pero no de peligrosidad.
Es gracioso ver cómo el nítido apoyo de Chávez a las FARC, que iba quedar claro ante la opinión pública internacional después de que se calmaran los ánimos por la operación contra Reyes, ahora es de difícil digestión para cualquier líder de un un país, luego de ver a Uribe abrazándose con Chávez cualquiera podría decir que al presidente de Colombia no le importa que Chávez haya hecho lo que hizo, y seguramente seguirá haciendo.Lo que por un momento pasó de ser una mascarada a un enfrentamiento de frente, por ahora se convirtió de nuevo en una soterrada lucha de la cuál Colombia podría salir mal librada.

De la crisis diplomática a la solución amistosa



En menos de siete horas se pasó del pesimismo a la esperanza.

Presidentes de Colombia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua se acercaron.

Así fue el paso a paso de la reunión del Grupo de Río, donde se puso fin al lío.
Por
Esteban Rahal C.Desde mediados de la década de los ochenta, cuando el grupo de Contadora trataba de brindar oportunidades y caminos de solución a los problemas centroamericanos, el llamado posteriormente Grupo de Río no tenía una sesión tan agitada y con resultados tan productivos como la de ayer.La Reunión Cumbre número XX entre los jefes de Gobierno y de Estado, realizada en Santo Domingo, República Dominicana, no sólo logró darle un motivo más de existencia a dicha unión de países, sino que logró ponerle fin a una crisis diplomática entre Colombia, Ecuador y Venezuela sin antecedentes cercanos.La reunión, que comenzó a eso de las 10 de la mañana, tuvo momentos tan acalorados, que lo que menos se esperaba era que culminara, seis horas después, con abrazos y sonrisas entre los presentes.El mandatario colombiano, Álvaro Uribe, prefirió ausentarse de la foto protocolaria antes de comenzar la Cumbre, lo que alimentaba las opiniones de quienes creían que no ocurriría lo que al final sucedió: la terminación de la crisis diplomática entre los países en conflicto.El papel del moderador y anfitrión de la Cumbre de Río, el presidente dominicano Leonel Fernández, comenzó a ser decisivo cuando exhortó a las partes a que dialogaran e hicieran de dicho encuentro un escenario en donde primara la razón y y se reparcharan las carreteras del diálogo.Sin embargo, la postura de Fernández en la presidencia pro tempore del grupo, un cargo que parecía no tener más función que la de moderar el debate, logró lo que nadie pensaba después de una simple frase en las postrimerías del encuentro: "Lo que todos esperamos aquí es que esta reunión termine con un abrazo".Y efectivamente lo consiguió. De inmediato el presidente Uribe se levantó de su puesto y saludó con alegría a Rafael Correa (aunque éste respondió a regañadientes), a su homólogo venezolano Hugo Chávez y a Daniel Ortega, de Nicaragua, su enemigo cinco minutos atrás.El sube y bajaY aunque todo terminó en aplausos, sonrisas y declaraciones de hermandad, el 7 de marzo de 2008 pasará a la historia como el día en que Latinoamérica amaneció con el ceño fruncido por una semana en la que llovió a diario y torrencialmente, se asoleó hasta sobrecalentarse al medio día y se refrescó y encontró la sombrita por la tarde, cuando en el toldo de Río, trasladado a las playas quisqueyanas, los cocteles de reconciliación embriagaron a sus presidentes.


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Colombia expresa frustración ante TLC


El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, expresó este jueves en Washington la frustración de su gobierno ante la tardanza del congreso estadounidense para ratificar el Tratado de Libre Comercio.
"¿Por qué nos tratan así? Hemos hecho la tarea, estudiamos, sacas buenas calificaciones, no hablamos con los compañeros de clase. Pero al contrario de lo que se espera, los chicos malos, los que hablan y los que tiran cosas a la maestra salen premiados, ¡y nosotros salimos castigados!", explicó así Santos el sentimiento de frustración.
Según el funcionario, incluso en los círculos más pro estadounidenses se refleja ese sentimiento.
"Queremos que nos reconozcan por nuestros esfuerzos y logros, y respeten nuestras decisiones políticas internas", dijo.
"Colombia es quizás el ejemplo más exitoso en años recientes de la política exterior de Estados Unidos, por lo tanto no entiendo cuál es el debate interno que existe sobre Colombia si los resultados están allí", agregó.

TLC

Además de la extensión al Plan Colombia, el congreso también tiene que aprobar el TLC que ya fue firmado por ambos mandatarios en noviembre pasado, pero necesita ser ratificado por el poder legislativo para entrar en vigor.
Ahora no sabemos cuál será la excusa para oponerse al TLC, pero seguro la van a encontrar
Francisco Santos, vicepresidente colombiano La aprobación del Congreso se ha visto complicada porque los demócratas, ahora con la mayoría desde principios de año, quieren que se incluyan claúsulas de protección ambiental y laboral en los acuerdos de libre comercio.
Santos señaló que Colombia ha hecho, y hará todo lo posible para que el TLC pueda salir adelante. Recordó que tal como lo pidieron los demócratas y los sindicatos estadounidenses, se van a incluir las condiciones laborales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"Ahora no sabemos cuál será la excusa para oponerse al TLC, pero seguro la van a encontrar. Pueden estar seguros de que les seguiremos dando argumentos a los demócratas para obtener la cobertura política que necesitan y en consecuencia puedan votar a favor del tratado", aseguró.


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The war behind the insults


Mar 6th 2008From The Economist print edition

The real enemy is the FARC guerrilla group and its Venezuelan supporter, not Colombia

This week it has seemed to the casual eye as if northern South America were on the brink of war. It began when Colombian forces bombed a camp just inside Ecuador, killing 21 FARC guerrillas including Raúl Reyes, a top commander. Venezuela's president, Hugo Chávez, chose to treat this as a casus belli. He broke off diplomatic relations and ordered troops to the border, warning Álvaro Uribe, Colombia's president, not to try anything similar against Venezuela. Ecuador's Rafael Correa, cautious at first, felt obliged to mimic his fellow leftist, breaking ties and moving troops up to his border.So far the three leaders have fired nothing deadlier than epithets (“genocidal”, “liar” and “lackey” were the small arms of this verbal battle). Yet this is the most serious diplomatic conflict in South America for more than a decade. Political brinkmanship could easily tip over into shooting.

Its root cause is the FARC, a guerrilla army founded in the 1960s whose anachronistic Marxist language conceals its degeneration into a predatory mafia of kidnappers and drug traffickers. In the 1990s it came close to making Colombia ungovernable. Then three years of talks—during which the FARC kidnapped many of the hostages who now constitute its main weapon—showed that it had no interest in peace or democracy. Colombia's elected leaders turned to the United States for military aid to match the cash that American drug consumers were giving the FARC and other mafia armies. Thanks to this aid and its own defence build-up, Mr Uribe's government has reduced the FARC, driving it deep into Colombia's jungles. But as long as the FARC's seven-man leadership remained at large, several of them apparently in camps across the borders, the guerrillas could claim to be winning—and so they have rejected genuine peace talks. That was why Mr Uribe authorised the bombing raid that killed Mr Reyes.Was he right to do so? One objection is that Mr Reyes was involved in talks to free FARC hostages, including Ingrid Betancourt, a Colombian who also holds French nationality. But weakening the FARC is more likely to free more captives (including Ms Betancourt). A second complaint is weightier: Colombia should have sought Mr Correa's consent before acting. But would the Ecuadoreans have tipped off the FARC? Colombia claims to have recovered Mr Reyes's laptops and says their contents point to connivance (see article). The Organisation of American States criticised Colombia, but did not condemn it outright as Ecuador wanted. Certainly Colombia should make a full apology. But in return it deserves greater co-operation from its neighbours. In a democratic South America there is no place for the FARC. But Mr Uribe has been better at security policy than at diplomacy. If some governments mistakenly see him merely as George Bush's proxy in their backyard, that is mainly because Colombia has failed to win wider sympathy for its beleaguered democracy. Danger: one imploding VenezuelanThe biggest threat in the region is not Colombia but Venezuela. Mr Chávez has recently veered towards outright support for the FARC. Colombia alleges that the captured laptops show that he gave the guerrillas $300m (and also that the FARC is seeking uranium for a “dirty” bomb). Mr Chávez's mismanagement of Venezuela's oil boom has made him increasingly unpopular at home. His regime runs a risk of imploding. A cornered Mr Chávez might think of a border skirmish as the perfect distraction—and as justification for more repression at home. Even as they scold Mr Uribe, Brazil and other South American countries should warn Venezuela that it is destabilising the continent—and it is high time it stopped.

En internet en:
http://www.economist.com/opinion/displaystory.cfm?story_id=10808543&CFID=2106591&CFTOKEN=90020925
Cyberculture Studies

Like most generations, mine bleed. Indeed, a significant portion of our second generation of cyberculture scholarship, cyberculture studies, can be characterized by its descriptive nature, binary dualism, and frontier metaphors, and, as such, could easily be referred to as popular cyberculture. Conversely, some of the early journalists made important explorations into and observations about cyberspace, thereby allowing them membership into the second generation. One such journalist was Julian Dibbell, whose provocatively titled "A Rape in Cyberspace; or How an Evil Clown, a Haitian Trickster Spirit, Two Wizards, and a Cast of Dozens Turned a Database into a Society," appeared in The Village Voice in 1993. In the article, Dibbell presents the now-endlessly-recounted tale of "Mr. Bungle," a member of LambdaMOO (a popular multi-user domain, or MUD) who uses a voodoo doll -- a program that allows one user to control the online "actions" of another -- to rape, violently attack, and force unwanted liaisons upon a number of LambdaMOOers. Dibbell describes the attack, the violated users' emotional reactions, the community's outrage, and the public discussion of Mr. Bungle's punishment, including the possibility of 'toading,' a process by which a MUD wizard turns a player into a toad, eliminating the player's identity and description. Noting that the chief wizard of the MUD recently revoked the toading process in an attempt to foster self-governance, Dibbell traces the steps of one user, JoeFeedback, who decides on his own to eliminate the Mr. Bungle character. Besides offering readers a provocative glimpse into the online environment, Dibbell brilliantly portrays the complex individual and social negotiations existing within LambdaMOO, negotiations which, when viewed together, constitute very real identities and communities.
Using Dibbell as a starting point, we can characterize our second generation with a single passage by cybertheorist Allucquere Rosanne Stone (1991) who defines cyberspace as "incontrovertibly social spaces in which people still meet face-to-face, but under new definitions of both 'meet' and 'face'" (85). In other words, while cyberspace may lack for the most part the physical geography found in, say, a neighborhood, city, or country, it offers users very real opportunities for collective communities and individual identities. It is upon these twin pillars -- virtual communities and online identities -- that cyberculture studies rests.
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